Más ilusión aún me hizo ver que, al probarlos, realmente daban lo que prometían: un sabor más intenso y una textura más crujiente. Y debo reconoceros una cosa: han creado una adicta.
La cantidad de topping es la justa, no rebosa de exceso y no se queda corto, como en otras marcas. El sabor es realmente fantástico. Son crujientes pero no demasiado duros (no sería la primera vez que literalmente me duelen los dientes al morder un pannini). Así que sí, señores de Dr. Oetker, me han convencido, y así informo a todo quien quiera escucharme o leerme.
Animaros, son perfectos para una reunión de amigos, para una cena informal con la familia o para disfrutar en pareja. La variedad no da lugar a disgustos: especial, atún, barbacoa, jamón... para todos los gustos.
Os dejo una foto para abrir el apetito. ¡Buen provecho!
